jueves, 26 de noviembre de 2009

La AFECTUOSIDAD en el noviazgo



Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.somosadolescentes.blogspot.com

Pregunta:

Si bien está claro que las relaciones premaritales son pecado, quisiera algunas precisiones sobre el tema de los besos y las caricias en una pareja que aún no ha contraído nupcias.

Respuesta:

Respondo, ante todo, con las reflexiones del Padre Carlos Buela, en el artículo 'El noviazgo católico' (cf. Revista Diálogo nº 4 [1992], pp. 11-14):


LAS AFECTUOSIDADES

Siendo jóvenes y briosos, con el bichito del amor en el corazón, mentalizados por toda una propaganda pansexualista y, a veces, incluso por algún -como los llama el P. Cornelio Fabro- 'pornoteólogo', es evidente que en la manifestación del amor mutuo se muestren demasiado efusivos. Hay toda una moda, a la que no muchos se sustraen, en bailes, atrevimientos en el caminar juntos, prendidos como ventosas, en apasionados e interminables besos, colgados uno de otro como sobretodos del perchero; nuestro lunfardo caracteriza esto con una palabra: 'franeleros'. En lengua culta se los llama sobadores. A muchos jóvenes les han hecho creer que la esencia del noviazgo consiste en pasarse horas sobándose y sobándose más que cincha de mayordomo. Esos coqueteos, manoseos y besuqueos de los novios y novias sobadores que se adhieren entre sí como hiedra a la pared y que no llegan a una relación sexual completa se realiza, en el fondo, por razón de que los placeres imaginarios son más vivos, más fascinantes, más duraderos, más íntimos, más secretos, y más fuertes que los placeres y deleites del cuerpo. Es mucho más excitante y más 'espiritual', para algunos, el hacer todo como para llegar a la relación sexual, pero quedarse en el umbral. Aún fuera del aspecto moral, esas efusividades desmedidas son de muy deplorables consecuencias:

1) Son causa muchas veces de frigidez, sobre todo en la mujer, ya que por un lado siente cierto placer y al mismo tiempo, miedo de que las cosas pasen a mayores, por lo que busca reprimir aquello que siente.

2) Según me aseguran algunos médicos, puede ser, en algún caso, causa de infecundidad en el matrimonio: el dolor que luego de grandes efusividades sienten en sus órganos genitales ambos novios, es indicio innegable de que la naturaleza protesta por un uso indebido.

3) Generalmente, esas prácticas empujan a la masturbación y al joven, además, al prostíbulo (donde lo masturban ya que no es un acto de amor lo que allí hace con una prostituta). Lo más grave aún, es que quien está habituado a la masturbación, aún casado lo sigue haciendo, en consecuencia el mismo acto matrimonial deviene en una masturbación de dos. El egoísmo del que cae habitualmente en el pecado solitario es tan crónico, que, por resultante, concluye siendo impotente de realizar el acto sexual por amor, como Dios manda. A ello empujan las novias que muy sueltas de cuerpo excitan al novio creyendo que así, ellos las van a amar más. No dudo en afirmar que ésta es la causa principal de tantas desgracias familiares. Cuando ella o él descubre que el otro lo usa como 'objeto', es decir, por egoísmo, la muerte del amor es casi inevitable y de allí, las peleas, rupturas y separaciones. Porque, es preciso decirlo con toda claridad: generalmente, cuando en un matrimonio anda bien lo sexual, todo otro problema encuentra solución fácilmente.

4) No hay que olvidarse de que 'aunque todas las potencias del alma estén inficionadas por el pecado original -enseña Santo Tomás- especialmente lo está (entre otras facultades)... el sentido del tacto', que, como todos sabemos, se extiende por todo el cuerpo.

5) Tratándose de seres normales, es muy poco lo que les puede provocar excitación; entonces, hay que evitar completamente todo aquello que pueda producirla. Querer evitar excitaciones y no evitar las efusividades, es como pretender apagar un incendio con nafta. Los novios en el tema de la pureza tienen las mismas obligaciones que los solteros. A la pregunta siempre repetida: 'Padre, ¿hasta dónde no es pecado?', algunos responden con la consabida fórmula que se puede encontrar en cualquier buen manual de moral: 'mientras no haya consentimiento en ningún placer desordenado'. Pero este principio por más que los jóvenes lo tengan grabado en su alma con letras de fuego, pierde toda eficacia cuando se enciende la llama de la pasión; de ahí que lo más prudente es aconsejar a los novios, como se hacía antaño: 'Trátense como hermanos'. Percibimos la sonrisa sobradora de algunos que se pasan todo el día hablando de 'hermanos' (no refiriéndose a esto), mas la experiencia nos dice que eso es lo efectivo e innumerables novios y novias nos lo han agradecido de todo corazón y viven, ahora, un muy feliz matrimonio. Todos los sacrificios que se hagan durante el noviazgo para respetarse mutuamente, son nada comparados con los tan grandes y dichosos frutos, que por esos sacrificios, se tendrá en el matrimonio. Todo lo que los jóvenes hagan en este sentido no terminarán de agradecerlo el día de mañana, porque redundará en la felicidad del cónyuge, en la felicidad de los hijos y en la felicidad de quienes los rodeen. Y, por el contrario, lo que no hagan en éste sentido, dejándose arrastrar por el torbellino de la pasión, será causa de amarga tristeza, de grandes desilusiones y frustraciones. El fruto del egoísmo no puede ser la alegría ni la paz. La alegría es la expresión de aquel 'a quien ha caído en suerte aquello que ama''.

Hasta aquí cuanto dice el P. Buela. Podemos sintetizar la doctrina moral sobre las afectuosidades en general diciendo lo siguiente:

-son lícitas las demostraciones de afecto, aceptadas por las costumbres y usansas, que son signo de cortesía, urbanidad y educación;

-son ilícitas las expresiones púdicas (abrazos, besos, miradas, pensamientos, deseos) con la intención expresa y deliberada de placer venéreo o sexual, aunque no se tenga voluntad de llegar a la relación sexual completa;

-también son ilícitas cuando, aun sin tener intención deliberada de placer venéro o sexual, son ocasión próxima de actos pecaminosos internos (malos pensamientos, deseos, etc.);

-con más razón son ilícitas las relaciones sexuales completas.

En resumen: 'reservarán para el tiempo del matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal' (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2350).

NO a las relaciones prematrimoniales


Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.noviazgoo.blogspot.com

Pregunta:

Estimado Padre:
Mi nombre es Asunción, coordinadora de un grupo de jóvenes. En una de nuestras charlas salió el tema de la sexualidad y una de las jóvenes afirmó que no sabía cómo evitar las relaciones sexuales antes del matrimonio con su novio, porque él no lo veía como pecado, sino todo lo contrario (el novio le decía que el acto sexual es algo bello, natural y creado por Dios). Ella decía que si le decía que no, tenía miedo de perder a su novio. ¿Como puedo explicarle a ella eso de una manera clara, simple y no muy larga?

Respuesta:

Estimada Asunción:Te envío estas reflexiones muy interesantes y orientadoras tomadas de la página http://www.soloparajovenes.org/relsprem.htm (allí podrás encontrar más material).
El arte de decir 'no': cómo decir 'no' sin perder su amor

¡No gracias! Si realmente me amaras no preguntarías.

Decidí no tener relaciones premaritales, así que por favor no me presiones.

Eres fenomenal. Me gustas mucho, pero cuando tengamos relaciones sexuales será porque ya hicimos un compromiso total en el matrimonio y todavía... no lo hemos hecho.

Claro, me siento romántico, pero no quiero arriesgarme y ambos sabemos que lo sexual puede ser dinamita... ¡enfriémonos!

Yo respeto tus sentimientos; por eso te pido que respetes mi decisión. ¡No gracias!

Cómo decir 'no' con:

* El vestido: vístete para lucirte tú, no tu sexualidad.
* Las palabras: enfría las conversaciones que se calienten mucho.
* Las acciones: planea hacer cosas en tus salidas que no lleven a caricias íntimas que te puedan encaminar mal.

¿Pero, y si pierdo su amor?

Si tu 'no' hace que se aleje... Realmente no eras amada como persona, sino sólo como objeto sexual

Tu 'no' está en el conocimiento:

* De quién eres
* Qué piensas
* Qué escoges hacer

Si eres noble y sincero.

Tu nobleza te obliga a actuar responsablemente: tener relaciones sexuales fuera de un compromiso total y permanente no es ser responsable.
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Nota: Agradecemos a los jóvenes de ADEVI (Asociación Defensa de la Vida en Costa Rica) estos buenos consejos, que ellos publicaron en un folleto.
¿Es que no entiendes lo que significa la palabra no?

Recuerda, una atrevida propuesta exige una súper firme respuesta para ponerle fin a la presión de una vez por todas. Di no con firmeza y dejará de presionarte.

Buenas respuestas que puedes dar hoy a las típicas proposiciones:

Invitación: 'Yo lo hago con todas mis amigas'.

Respuesta: 'No conmigo. A propósito, ahora yo soy tu ex-amiga'.


Invitación: 'Quitémonos la ropa y estemos juntos. No necesitamos hacer nada'.

Respuesta: '¿Me crees tan estúpida?'


Invitación: '¿Te parece que no soy atractivo(a)?'

Respuesta: 'Sí. Me pareces muy atractivo(a). Me gustas mucho. Por esto recisamente no quiero que naufrague nuestra relación haciéndola demasiado física.'


Invitación: 'No te preocupes. Voy a usar protección'.

Respuesta: 'Protección vas a necesitar si no me dejas tranquila'.


Invitación: 'Yo me detengo cuando tú digas'.

Respuesta: 'Pues hazlo ahora mismo'.


Invitación: 'Yo te amo'.

Respuesta: 'Entonces pruébalo respetando mis valores'.


Invitación: '¿Pero qué estás esperando?'

Respuesta: 'Estoy esperando por la persona con quien me voy a casar'.


Invitación: 'El sexo no es una cosa tan importante'.

Respuesta: 'Para mí sí lo es y también para mi futuro esposo(a) y lo es mucho para Dios. Estoy comprometido(a) a reservar las relaciones sexuales para el matrimonio'.


Invitación: 'Si tú realmente me quisieras'

Respuesta: 'Si tú realmente me quisieras no me pedirías esto.'


Invitación: 'Todo el mundo lo hace'.

Respuesta: 'Entonces te será muy fácil encontrar a otra persona para hacerlo'.


Dile sí a tu mejor no

¿Cómo voy a decirle a Jorge que no?

Así puedes decir no:

* Te digo no, porque me gustas mucho y no quiero que en una entrega total te conviertas para mí en un objeto de juego.'
* 'Te digo no, porque si de verdad tu amor fuera sincero no me pedirías algo así.'
* 'Te digo no, porque es más romántico decirte que no ahora, para poder decirte sí con la frente alta el día de nuestra boda.'
* 'Te digo no, porque tú eres lo más valioso para mí y yo lo más valioso para ti ¿no?'
* 'Porque yo te respeto, permíteme decirte: no.'

También dices no:

* Cuando te vistes alegre y a la moda pero no provocativa.
* Cuando no participas en conversaciones en las cuales no se respeta el sexo.
* Cuando tu tiempo y tus actividades están bien planeados en tus diversiones y paseos.
* Cuando miras a tus padres como amigos y los escuchas porque saben mucho.
* Si con tan buenas razones se va... ¡alégrate!, porque te salvaste de vivir el infierno de alguien que no te ama y sólo quería usarte a su capricho.
*El 'no' es la mejor prueba de amor.

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Nota: Este texto es de un folleto publicado por la Asociación Pro Vida de Valladolid, España, y se reproduce con su autorización.

Así viven su sexualidad las personas que saben amar de verdad

La castidad es el uso correcto de la capacidad generativa y de los actos relacionados con ésta. En el matrimonio reclama fidelidad, fuera de él, abstinencia gozosa.

Pero la vivencia de la castidad es mucho más profunda. Es una actitud interior, es pureza de la mente y del corazón, es la capacidad de vivir la dimensión sexual en beneficio de las personas.

'Dichosos los limpios de corazón'.

Sólo en el matrimonio es adecuado hacer uso de la genitalidad.

Existe por su función reproductiva (procreación) y es en el matrimonio donde se está en capacidad de cuidar y educar bien a los hijos (consecuencia natural del uso de la genitalidad).

Da oportunidad para que un hombre y una mujer se expresen el mutuo amor de un modo pleno, y esto sólo lo merece quien se ha comprometido de un modo definitivo a caminar juntos (unión).

Quien vive en castidad está en armonía con la naturaleza del acto conyugal.

Si la unión genital sólo debe darse en el contexto matrimonial, entonces la excitación asociada a esta unión también pertenece a los esposos y sólo a ellos. El cariño que se expresan los novios será verdadero y bien orientado si saben respetar estos límites.

'Sólo mi esposo merecerá ese regalo'.

Quien vive en castidad expresa un amor real. Quien ama de verdad, es capaz de esperar hasta el matrimonio. Busca a la persona por lo que es, y no por el placer. Este es el modo de probar que se ama al otro, y de probar el amor del otro.

'Si me amas de verdad, podrás esperar'.

Un requisito para que el amor sea real es que sea generoso y disciplinado. El amor exige sacrificio. El sexo pre-marital es egoísta y es de personas sin dominio propio. Quien lo practica no se entrena en el sacrificio. La castidad prepara el camino a la fidelidad. No hay que 'quemar etapas', el noviazgo necesita más diálogo.

'Un buen noviazgo es la base de un buen matrimonio'.

La castidad es signo de madurez afectiva y humana. No se trata de reprimir, sino de sublimar. De hecho, sólo quien vive en castidad es realmente libre; el que no, se esclaviza, es vicioso. Sólo el que es casto puede vivir libre de preocupaciones innecesarias.

'La castidad da alegría y libertad'.

Propio del ser humano es que la razón domine la pasión. La castidad hace a la persona más humana. El autodominio hace al hombre más hombre, y a la mujer más mujer. Los animales siguen su instinto sin preocuparse de nada más... algunos pobres seres humanos proceden igual.
'Yo soy un ser humano, me comporto como tal'.

La castidad es signo de sabiduría y sensatez, darse cuenta de que se está explotando al ser humano por uno de sus lados más débiles para vender productos. El joven que razona no cae en el consumismo sexual.

'No sólo tengo hormonas, también tengo neuronas'.

La castidad es un modo para darse a respetar y para que nos valoren como personas, y no como objetos de placer. Es signo de autoestima, y su práctica la aumenta.

'Valgo mucho. No soy juguete de nadie'.

Los muchachos que valen la pena, valoran más a las muchachas que se hacen respetar, y viceversa. De hecho, van a querer un(a) esposo(a) que se haya comportado con dignidad. Los y las 'fáciles' parecen ser preferidos, pero en realidad, los que saben pensar no quieren que el padre o la madre de sus hijos haya sido un(a) persona 'fácil'. Cada uno con su comportamiento, escoge el tipo de persona que quiere a su lado.

'Si me doy como persona, seré valorado(a) como persona. Si lo que ofrezco es carne, seré valorado(a) como carne'.

EL CONCUBINATO




Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.maria451.wordpress.com

Pregunta:

¿Qué pasa si no estoy casada por la iglesia pero siento que estoy bien con Dios?
Respuesta:

Estimada:

Le hablaré como quien busca todo su bien espiritual y solamente su felicidad. Como Usted bien parece intuir, para la ley de Dios no está bien el convivir sin estar casados (esto se llama concubinato). Quienes no están unidos en legítimo matrimonio no pueden vivir juntos y correspondería que se casen según la ley de Dios o bien se separen. Si, por algún motivo muy grave no pueden realizar ninguna de las dos cosas mencionadas, entonces deben, por lo menos, vivir la castidad perfecta, lo cual incluye no sólo abstenerse de practicar relaciones sexuales sino de toda expresión de afecto que correspondan a quienes están unidos matrimonialmente. Si dos personas de diverso sexo viven bajo el mismo techo “como hermanos” no cabrían objeciones morales, salvo el que esto sea para ellas ocasión de tentaciones o bien sirva de escándalo para los demás; pero si viven afectivamente como esposos, aun cuando no tengan relaciones sexuales tal situación es moralmente incorrecta.

Respecto de su pregunta, debo decirle que su situación es, ciertamente, un obstáculo para su vida espirtual, puesto que le impide acceder a los sacramentos, por la misma situación de pecado en que vive. Es condición necesaria para la validez del sacramento de la confesión el arrepentimiento de los pecados y el proponerse firmemente no pecar más, es decir, cumplir con los mandamientos de Dios alejándonos de hecho del pecado y de las ocasiones de pecado. Quien no tiene estas disposiciones no puede ser perdonado de sus pecados ni puede consiguientemente comulgar.

Rezo a Dios para que pueda poner pronto remedio a esta situación para hallar a Dios en la paz de su alma. La encomiendo a la Virgen, que es refugio de los pecadores (es decir, nuestro refugio), y auxilio de los cristianos. No tenga miedo de tomar las decisiones que sean necesarias para la salvación de su alma. Hable con la persona con la que convive , y hable también con algún sacerdote que pueda orientarla mejor que yo por escrito. Sepa que no está sola, que puede contar con ls oraciones y sacrificios de todos los fieles que rezan por quienes se encuentran en situaciones como la suya (y que son muchas personas).