sábado, 5 de diciembre de 2009

EL JUEGO DE LA COPA

Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.asusta2.com.ar

Pregunta:

Soy un joven de 17 años y tengo un grupo de amigos que se reúne a jugar al juego de la copa, o 'Ouija'. Me han invitado, pero yo tengo algo de temor por algunas cosas que he escuchado. ¿Me puede usted ayudar? ¿Es malo el juego de la copa? ¿Por qué?

Respuesta:

Estimado:

Te respondo con este interesante artículo escrito por el P. Jordi Rivero (por gentileza de www.corazones.org)

El 'juego' de la ouija consiste en poner las manos sobre una pequeña plataforma que se desplaza lentamente sobre un tablero, movida por alguna fuerza misteriosa. El tablero está inscrito con números y las letras del alfabeto. Los jugadores esperan respuesta a sus preguntas según las letras sobre las que se mueva la plataforma. La 'diversión' está en la curiosidad y el misterio de comunicarse con algún espíritu que revela secretos y, cuanto más parezca 'funcionar', más la ouija (y el espíritu detrás de ella) atrae y ata, hasta convertirse en una obsesión.

Un artículo que nos enviaron (no conocemos su autor pero representa bien la posición de los medios seculares) dice: Mucha gente se ve atraída por la posibilidad de contactar con un ser querido ya muerto, otros sólo por curiosidad y otros para pasar el rato... La verdad es que con el tiempo la ouija está variando el destino del contactante en función de las nuevas creencias. Por ejemplo hay quien la utiliza supuestamente para contactar con seres extraterrestres, seres de otras dimensiones, ángeles, ... En definitiva, parece que el juego del tablero hoy en día nos ofrece numerosas posibilidades.

Orígenes

Ya Pitágoras (540 a.C.) usaba un artefacto parecido cuando se reunía en 'círculos' en los que 'una tabla mística que se movía con ruedas' hacia signos que el filósofo y uno de sus estudiantes interpretaban a la audiencia como revelaciones del mundo invisible. En la China, antes del nacimiento de Confusio, se usaba algo similar, lo que parecía ser una forma 'no peligrosa' de comunicarse con los espíritus de los muertos.

El mundo del ocultismo abrazó con entusiasmo a la ouija. En 1853, en Francia, el 'espiritualista' M. Planchette, diseñó una ouija similar a la que hoy día es popular. Elija J. Nond, en USA, le hizo variaciones; William Fuld le compró los derechos y un año después la patentizó. Finalmente, en 1966, 'Parker Brothers' compró los derechos sobre el juego de la ouija y ha sido desde entonces su fabricante. Sin embargo la ouija, en diferentes versiones, se ha popularizado tanto que se puede obtener por infinidad de medios.

'Parker Brothers' y otros, para aumentar el mercado, han querido enterrar la relación de la ouija con el ocultismo. A estos señores lo que les interesa es popularizar el juego para hacer dinero. Prefieren decir que los jugadores buscan su 'yo' subconsciente para obtener respuestas. Según esta versión, la ouija trae a nuestra conciencia lo que está oculto en nuestro subconsciente. Como una llave para acceder a nuestro conocimiento interior.

Pero eso es pura ficción para cubrir una realidad más oscura. Cuando el hombre se abre a buscar respuestas más allá de lo que se puede llegar por el uso de la razón (estudio, lógica), entra en el campo de lo sobrenatural en el que sólo hay dos caminos: Dios y el demonio.

El mismo artículo arriba mencionado delata la verdad sobre este nefasto juego: 'En definitiva (la ouija) es una manera más de intentar acercarnos al mundo de lo oculto, en busca de información de aquello que por el momento no podremos demostrar'.

Ahora existe una nueva versión de la ouija para el siglo XXI: un juego para ordenadores (computadoras). Es más sofisticado que el tablero pero su importe espiritual es el mismo.

Importe espiritual

Ciertamente nadie que conozca y ame a Dios busca su dirección por medio de la ouija. Dios se da a conocer (se revela), no por medio de juegos, sino a través de Su Hijo, Jesucristo. El nos lo enseña todo en la revelación que confió a Su iglesia.Quien desea buscar la verdad va a las Sagradas Escrituras y a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces, con el corazón abierto al Espíritu Santo sabremos como aplicar las enseñanzas a la vida diaria.

Algunos empiezan a jugar ignorantes del mal que hacen. Pero lamentablemente muchos juegan por pura soberbia, pues sabiendo que ofenden a Dios continúan haciéndolo. Muchos me escriben, aún después que les he explicado sobre estas cosas, no buscando salirse sino preguntándome sobre el significado de los mensajes que aparecen cuando juegan. Si usted desea jugar con el demonio y descifrar sus mensajes, no busque mi ayuda. Escribo solo para alertar a los que no saben lo que es la ouija y ayudar a los que de verdad se quieran arrepentir.

No se puede justificar el uso de la ouija con el pretexto de entretenerse y curiosear lo oculto. La verdad es que al jugar con la ouija se abre la puerta al demonio cuyo objetivo es llevarnos el infierno.

El Primer Mandamiento prohíbe apelar a otro espíritu fuera de Dios. El rey Saúl recurrió a una mujer de Endor para conjurar el espíritu del difunto profeta Samuel y fue castigado por Dios (1 Sam 28: 8-17). Se trata del pecado de adivinación: querer 'desvelar' el porvenir recurriendo a espíritus (que en realidad son demonios).

Pero, ¿no rezan los católicos a los santos? Esto es muy diferente. A los santos no los invocamos jamás en forma de oráculo. Nos conformamos con pedirles que recen por nosotros y que nos ayuden en nuestro peregrinar. Les pedimos que nos ayuden a vivir lo que Dios nos manda, no a buscar otro camino.

Un defensor de la ouija escribe: '...aunque tradicionalmente se considera a la ouija un juego, los expertos de todo el mundo nos recomiendan que podemos disfrutar de ella, pero sin perderle el respeto.'Estos 'expertos' se contradicen. Por un lado nos dicen que la ouija es solo un juego y rechazan toda advertencia de peligro contra ella, pero al mismo tiempo nos dicen que le tengamos 'respeto'. Entonces, ¿Es un juego o es algo serio? Si estos 'expertos' le tuvieran respeto a Dios no quisieran ofenderle buscando en la ouija lo que sólo Dios puede dar: la verdad. Es cuestión de fidelidad.

Alguno me acusa de que mi oposición a la ouija 'coarta la mente de la persona que le gusta indagar en lo oculto, priva a la mente humana de la investigación responsable'. Debo aclarar que no coarto a nadie. A quien quiera jugar a la ouija solo le advierto en lo que se está metiendo. Queda libre para decidir. En cuanto a la 'investigación responsable', nada tiene de responsable tirarse de un décimo piso a ver que ocurre. Los peligros, especialmente los peligros para el alma, se conocen a la luz de nuestra alianza de fe con Dios. No hacemos lo que Dios prohíbe para 'investigar' ¿Hacían 'investigación responsable' Adán y Eva cuando comieron del fruto prohibido?.

La ouija nos atrae por la curiosidad y por la soberbia.

En un artículo favorable a la ouija leemos:

(La ouija) nos conquista haciéndonos creer que somos seres fabulosos, reencarnaciones de personajes famosos, ... De modo que se hace casi irresistible volver a conectar para recabar más información.

El mismo artículo descarta todo peligro justificando que podemos mantener el control de la situación:
Así que mientras no te olvides que eres tú quien debe llevar la voz cantante se supone que no pasará nada.

¿Se supone que no pasará nada? Es notable la semejanza entre esta mentalidad moderna y la tentación de la serpiente en el paraíso:
Replicó la serpiente a la mujer: 'De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.' -Génesis 3,4-5

El demonio, sigue ofreciéndonos los consejos que le dieron tan buen resultado con nuestros primeros padres: 'no morirán...serán como dioses'. Entonces ridiculiza a quién vea el peligro detrás de sus 'juegos'.

Los efectos no son automáticos.

Puede ser que se juegue con la ouija muchas veces sin constatar perjuicio alguno. Puede que al principio parezca un juego inofensivo. El enemigo sabe que a veces es mejor esperar a que sus presas se adentren mas profundo en la trampa. Si tan solo logra distraer del camino recto ya ha logrado su cometido.

¿Cómo puede funcionar la ouija?

Siendo mucho más inteligente que nosotros, el demonio tiene conocimientos que nos parecen maravillosos pero que los utiliza para atraparnos y engañarnos. Puede además imitar voces y apariencias de personas que han muerto.

No debemos buscar conocer sino lo que Dios nos quiera revelar, ya sea por medio del uso natural de la razón sometida a Dios o por su revelación.

Hay que advertir que, aunque se use la ouija por curiosidad, se está abriendo camino para el demonio y no es de extrañar que la persona quede espiritualmente afectada. Los resultados pueden ser, por ejemplo, dificultades posteriores en la oración, fantasías, obsesiones y otras opresiones mentales. Puede ocurrir que la persona se envicie con la ouija. En ese caso la opresión del demonio sobre esa pobre alma se hace mayor. Se entra en lo oculto hasta convertirse en una fascinación.

¿Qué hacer?

Cuide de que la ouija no entre en su hogar.

No se deje influenciar por los que dicen que es sólo un juego inofensivo. Una mente consagrada a Dios tiene en El su guía y no se abre al vacío para buscar respuestas. Como sacerdote he conocido a muchas personas oprimidas por ese 'juego'.

Si alguna vez, aunque por juego, has usado la ouija, arrepiéntase y confiéselo como pecado contra el Primer Mandamiento.Renuncie a Satanás y prométale a Dios jamás recurrir a la superstición ni a lo oculto. Solo Dios es fuente de verdad. Si regresas al Señor con esta actitud NO TEMAS. Dios es infinitamente poderoso y misericordioso. CONFÍA EN SU PERDÓN. Dios ha venido a salvarnos. Todos somos pecadores. Si tan solo renunciamos al pecado y entramos por el Camino de Su gracia el enemigo nada podrá por mucho que amenace.

Señor, 'no nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno'. Amén.

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TESTIMONIOS SOBRE LA OUIJA

Solo incluimos nombres y referencias directas cuando tenemos permiso expreso del autor.

Nota del Teólogo Responde: Hemos seleccionado sólo algunos testimonios de los que trae el P. Rivero en su página y no hemos transcripto por razones de espacio sus respuestas. Estás se pueden encontrar en la página www.corazones.org

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Alejandro advierte sobre la realidad que experimentó

Jugó con unos amigos una versión de la copa hasta que tuvieron terribles consecuencias. Puedes escribirle. Alejandro López.

Somos dos amigos de 17 años, que estamos aquí para pedirte una ayuda, nos hemos dejado vencer por la tentación, el mal ha entrado en nuestras vidas. Comenzare este relato mencionando que vivo en frente a una iglesia. Mi amiga ____ vive en frente del cementerio, suena tétrico pero es cierto. Siempre nos interesó la religión, somos muy devotos de San Francisco y de otros santos, pero como adolescentes, desde hace un año entramos en pecado, y dejamos que el mal nos lleve en el camino equivocado.

Entramos al cementerio y jugamos con la tabla ouija sobre una de las criptas. Al principio todo estaba bien, solo era un juego, pensábamos que se movía por la fuerza de alguno de nosotros. Pero un día, al soltar el juego, la tabla comenzó a moverse sola, sentimos una energía rara en el ambiente, no se como explicarla, empezamos a sentir escalofríos, teníamos mucho miedo, no sabíamos que hacer. Nos miramos temblorosos y empezamos a correr. No sabíamos lo que pasaría. De pronto nos dimos cuenta que habíamos dejado la tabla en la cripta. Volvimos a buscarla y se encontraba en otra cripta al lado de la que habíamos estado jugando... Cuando íbamos a recoger la tabla empezó a moverse sola deletreando nuestros nombres. Dijo que nos conocía que no nos haría daño. Entonces nos pusimos a jugar. Inocentemente seguimos el juego, pero ayer por primera vez amigos nuestros quisieron jugar con Gabriel, (así es como se hace llamar) o a veces nos hace llamarlo arcángel....

Ayer cerca del mediodía fuimos yo, ______,______, otra _______mas y ________. Gabriel se enojo, no sabíamos como pedirle perdón, otra vez sentimos esa sensación de frío que sentimos el primer día, el vidrio de la bóveda que estaba al lado de la cripta estallaron, (la ouija) empezó a moverse sola y nos decía 12hrs---- 12 hrs...... No entendimos mucho hasta ayer a la media noche... que nos juntamos en la casa de ______ a tomar café y a jugar en la computadora. La primera situación desagradable fue que se abrió la ventana, después los picaportes, las luces se prendieron y se apagaron. El vidrio de su dormitorio se rompió. Muchos ruidos extraños empezaron a escucharse, muchas sensaciones comenzamos a sentir, frío que entraba por nuestros huesos, teníamos mucho miedo, no sabíamos que hacer, empezamos a sentir manos que nos acariciaban el cuello, y otras partes de nuestro cuerpo, no sabemos con quien nos metimos, tenemos miedo que sea el mismísimo diablo, estamos todo el día pensando que nos puede pasar, recurrimos al Padre, mi confesor, es una muy buena persona, pero me dijo solo que rece, pero aunque rezo los ruidos no pasan, el frío persiste, el miedo nos inunda, estamos arrepentidos de molestar a Gabriel, (sabemos que no es el arcángel Gabriel, que es imposible, pero lo seguimos llamando así igual,) por favor Padre encuentre una solución para nuestro problema.... se lo rogamos... Ud es nuestra única solución.... Desde ya si quiere publicar esto, le imploro que sea sin nuestros nombres, ya que no queremos que se entere nadie.

La trampa de la curiosidad


(2001) Somos varias chicas de 15 años. La pasada semana tuvimos una experiencia que no nos hizo mucha gracia. Nos enteramos de lo que en verdad era ese estúpido juego que nos ha hecho pasar miedo donde no hay que tenerlo. Todo empezó cuando una chica nos contó que ella lo había hecho varias veces y nunca la había pasado nada y se lo pasaba muy bien haciéndolo.

Por ello, nos empezó a picar la curiosidad y decidimos hacerlo. Una de nosotras preguntó por un espíritu, a raíz de este espíritu nos fueron saliendo seres que nosotras creíamos que eran familiares, estos eran espíritus y se reían de nosotras. Todo empezó bien pero se fue complicando cuando uno de ellos empezó a decirnos groserías y a mandarnos a hacer cosas que nosotras no queríamos, mandarnos a la iglesia a media noche. A otra de nosotras le dijo que estaba en su casa y que lo iba a pagar con sus familiares. Ella estaba nerviosa y asustada por diversas cosas: se sentía culpable y además algunos familiares se encontraban enfermos. Al final los espíritus la 'perdonaron' y nos dejaron cerrar.

Dos de nuestras amigas no se quedaron conformes de lo que habían visto, y al día siguiente decidieron hacerla de nuevo, estas lo hicieron en clase de historia, empezaron de cachondeo porque se burlaban y no se lo creían, hasta que le salio un espíritu haciéndose pasar por la abuela de una de ellas. Ellas se quedaron muy sorprendidas y empezaron a tomárselo en serio, este espíritu no las permitía cerrar si no le prometían que lo volverían a hacer en clase de religión si no atenderían a las consecuencias. Ellas asustadas le obedecieron, y lo volvieron a hacer. Este espíritu no se quedaba conforme y durante el día las mandaron hacerlo varias veces.

En la ultima sesión dos nuevas amigas se apuntaron a hacerla, pero volvió a suceder lo mismo, les dijo que la que supuestamente era su nieta se le aparecería a las 11 de la noche en su habitación y la amenazó con poseerla. A partir de ese día no la hemos vuelto hacer ni queremos volver a pasar ese miedo que sentimos. Nos dimos cuenta que lo que quería es seguirle el juego. Menos mal que el sacerdote de nuestro pueblo nos abrió los ojos haciéndonos ver el pecado que estábamos cometiendo hacia Dios, ¡¡¡GRACIAS!!!!!.

Nos gustaría decirle a gente como nosotras que este juego no nos lleva a ninguna parte ni a la felicidad si no al miedo y a la mala conducta. Con esto hemos aprendido a valorar mas nuestra alma y los espíritus que salen no son las personas que nosotros pensamos sino demonios abriéndonos elpaso hacia el camino del pecado.

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Mi nombre es Hedley Andres, vivo en Tuxtla Gutierrez,Chiapas, México y tengo 18 años.

Enero 2002

Escribo para narrar lo que nos pasó con la ouija (juego de la copa).

Primero que nada empezó como un juego entre un primo y yo lo cual lo hacíamos como pura diversión así como para demostrar quien podía mas con eso.

Los días fueron pasando hasta el punto de volverse una obsesión de estar jugando con eso a diario. Todo transcurría con muy bien hasta que otro primo empezó a jugar también pero le hizo una pregunta que nosotros nunca hubieramos hecho: que se revelara. Así lo hizo. Primero empezó apagando las luces, luego como no creíamos lo que observábamos le pedimos que fuera mas convincente. Así que nos dijo que contestáramos el teléfono y en ese momento sonó y nadie quiso contestar y nos empezó a retar hasta el punto en que se enojó y empezó a saltar la tabla, y a decirnos muchas groserías.

Al día siguiente estábamos en mi cuarto cuando la caja donde teníamos la tabla empezó a saltar y por curiosidad la abrimos, así que empezó a amenazarnos que nos iba a matar a los dos y todo eso.

Al siguiente día camino a mi escuela tuve un accidente muy grave en mi carro por suerte no paso mas pero si nos entro mucho miedo. Al llegar a mi casa me enteré que todos los que estábamos el día anterior les había sucedido cosas en las cuales habrían podido perder la vida. Así que decidimos deshacernos de la tabla.

Pasado el día no fui a la escuela y nos fuimos con mi primo y mis amigos los cuales habíamos jugado a ver a diversas personas para preguntar como deshacernos de esa cosa, así que nos dieron diferentes métodos y optamos por el de quemarla y ponerle agua bendita y al final tirarla al agua de algún río.

Así que procedimos a quemarla en un sitio lejano a la ciudad, tardo en quemarse aun después de ponerle petróleo y gasolina no se quemaba cuando empezó a quemarse en ese mismo momento comenzaron a chillar los grillos y los perros que estaban por el lugar, el humo que sacaba era negro y se empezó a formar remolinos los cuales ya no se dirigían hacia arriba sino en dirección a donde estábamos. Inclusive se separó en dos remolinos cuando nosotros nos separamos. Todo fue una experiencia un tanto desagradable, pero a la vez de miedo a lo que eso nos pudiera hacer. Después de quemada la tiramos en medio de un río.

Bueno esa fue la experiencia que tuvimos la cual no quiero repetir.

Y espero que lo que cuento le sirva a otros lectores para que no lo hagan. Pueden pasar cosas peores que un simple accidente como el que tuvo cada persona que tocó la tabla y que estuvo presente el día en que la jugamos por ultima vez


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Testimonio de una joven de 15 años, -2001.

(Nombre omitido por confidencialidad)

Hola: me llamo --------, tengo 15 años, la verdad es que yo lamentablemente he sido una tonta... el año pasado supe de la ouija por una amiga, ahí empezó mi pesadilla.

Empezamos a jugar con ella, ahí conocimos a varios espíritus como por ejemplo U9 que era con el que siempre hablábamos...como dice ahí, yo me volví adicta, lo reconozco, fue mi culpa, pero nunca imaginé que se ocultaba detrás de la tabla ouija...deje a mi familia de lado por 4 malditos meses, ya me querían llevar al psicólogo. Mi error fue en 1er lugar llevarla a mi casa (esta era hecha de papel y aunque siempre la reemplazaba (yo podía hablar con ellos sin necesidad de la tabla era como si me hubiese acostumbrado a eso y para mi ya era normal) ahí empecé a 'jugar' sola con ella sin duda fue el error más grande de mi vida por que los meses que le siguieron fueron terribles para mi y no puedo aun olvidarlos y creo que jamás lo haré, claro no se lo desearía a nadie. Las cosas que viví superaron mis fuerzas sin duda y no tengo ánimos ni cara ni fuerzas para volver a contarlas y revivir esos momentos que aun me causan pesadillas.

Creo ser la única persona en el mundo que ha vivido esto de verdad ya que me costaron mas de 4 meses de mi vida, y un montón de cosas más...Si pudiera hacer algo por alguien así no dudaría en hacerlo...esto es un secreto que no he contado a nadie...

Creo que la tabla ouija excede a toda imaginación y que es altamente peligrosa y lo digo por experiencia propia, no es un juego, ni entretenimiento, ni siquiera para pasar el rato , no se debe hacer y listo....ocurren cosas terribles y busco un consuelo de poder saber más sobre ella, saber que tan mala puedo ser (es obvio que no he vuelto a tocar una, pero dejo marcas en mi vida que nadie podrá borrar) me gustaría poder decirle a alguien, explicarle porque no deben hacerla pero yo ya estuve en ese lugar y por mucho que me esfuerce se que no conseguiré nada...

Nunca pensé que una hoja pudiera hacer tanto y que esos espíritus tan 'simpáticos' fueran unos demonios...que casi me llevan a algo que no estaba dispuesta a hacer... Tengo compasión pero al mismo tiempo fe en que ese 'juego' desaparezca...yo por ahora estoy bien...es algo increíble pero lo estoy y doy gracias por eso..realmente me siento afortunada de salir con vida ya que casi no lo logro...

Ojalá que mis sueños se hagan realidad y que esa tabla nunca más sea ocupada por nadie..nadie merece tanto mal...tengo la esperanza en que alguien o algo hará algún día algo al respecto...yo ya no puedo mas ... no me atrevo a luchar contra eso...mis manos tiemblan al escribir esto..todo esto..y los ruidos me asustan imaginándome la pesadilla de vuelta en mi vida... Espero tener respuesta...si puede claro y si quiere poner esto le rogaría que no fuera mi nombre porque lo anterior lo viví sola y nadie es testigo...por lo mismo quiero dejar fuera a todo tipo de familiares, amigos y gente que me conozca para que no piensen o crean que mi bajón de hace ya mas de un año lo causó esto que le conté, quiero dejarlos al margen...de todo eso...para así yo también poder olvidar....

Un consejo de alguien que sabe lo que dice.... 'maldición, no necesitan hacer eso, es solo un truco, no se consigue nada bueno, encontrarán mas que diversión un final...'

Chao..

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Alejandro Witzel

Desde Argentina nos escribe:

Estimado Padre,

Soy de Argentina, tengo 36, casado, con 3 hijos, y tengo un hermano de 33 años, quería referirme a Ud sobre el tablero OUIJA, aquí también llamado JUEGO DE LA COPA, ya que se reemplaza el tablero por papelitos con las letras y los números, y se reemplaza el triángulo por una copa que es la que supuestamente se mueve.

Quería relatarle la historia de mi hermano, que a la edad de 14 o 15 años comenzó a jugar con un compañero de colegio, y en donde EL ESPÍRITU que les hablaba les relató cosas como la guerra de Malvinas, (que posteriormente sucedió), les dio poder para adivinar algunas y determinadas cosas, ellos le pidieron una vez a este ESPÍRITU, que les dijera un número de la lotería para ganar mucho dinero, pero el ESPÍRITU les dijo que AUN NO ESTABAN PREPARADOS, finalmente llegaron al punto en que le dijeron a una compañera de grado que fuera a otra aula del colegio separada de la de ellos y que abriera un libro cualquiera en cualquier página, y ellos comenzaron a escribir en una hoja TODO LO QUE ELLA ESTABA LEYENDO, cuando ella se acercó nuevamente al aula donde estaba mi hermano y leyó lo que ellos habían escrito, se puso a gritar y salió corriendo, ya que HABÍAN ESCRITO HASTA LA ULTIMA COMA DE CUANTO ELLA HABÍA LEÍDO.

En la última SESIÓN, le preguntaron insistentemente quien era esta ENTIDAD REALMENTE y contestó textualmente = 'SOY EL DEMONIO Y VOY A ENTRAR EN USTEDES', entonces mi hermano se sacó una medallita con la Virgen y se la arrojó a la copa, la misma salió disparada hacia la pared contigua y se hizo añicos, y la cadenita que sostenía a la Virgen se hizo con muchos nudos. Mi hermano y su compañero salieron aterrorizados del lugar donde hacían estas SESIONES y fueron a ver (en ese momento) al Obispo de San Justo (Monseñor Jorge Carlos Carreras, actualmente fallecido), él los reprendió severamente, los hizo confesarse, les practicó un exorcismo y los hizo comulgar durante muchos días. Luego de este episodio, mi hermano durante muchos años no pudo dormir con la luz apagada.

Yo he leído un informe psicológico sobre el OUIJA, y dice que se trata de SI en alemán (JA) y SI en francés (OUI) y que en realidad uno juega contra si mismo, existiendo el peligro de un desdoblamiento de la propia personalidad. Es decir que aparentemente es psicológico. Pero yo particularmente por la experiencia de mi hermano creo que es una puerta abierta al demonio.

Si este testimonio sirve para alguien tiene mi autorización para publicarlo.

Un saludo cordial, ......

¿COMUNICARME CON MI ABUELITA?

Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, IVE
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.ifcrarezas.com.ar

Pregunta:

Otra inquietud que tengo (y le pido que me orientae) es respecto a las personas que se hacen llamar Medium, que supuestamente se comunican con las personas fallecidas. Yo tengo ganas de ir a uno que me han recomendado, pues hace un año murió mi abuelita, a quien extraño mucho, y me gustaría probar si puedo volver a verla o escucharla. Mi consulta es: ¿dicen la verdad estas personas? Si voy a alguna de ellas ¿estoy en contra de la Iglesia católica?

Respuesta:

Estimado:

Respecto de los mediums, la Iglesia reprueba el recurso a los mismos, pues está ligado a la práctica del espiritismo, la cual representa la máxima superstición de los tiempos actuales, que procura hacer adeptos adivinando el porvenir y curando las enfermedades. Pretende descubrir lo referente a otra vida, interrogando a los espíritus de los difuntos por medio de un intermediario (medium) en trance. Es adivinación, es la pretensión de querer conocer lo que Dios conoce pero al margen del mismo Dios, que fue el pecado de Adán y Eva. Representa, por tanto, una culpa grave de idolatría y superstición y una falta contra la verdadera virtud de la religión (cf. Dt 18,9-12; Lev 20,6; 27).

El espiritismo es la práctica de invocar a los espíritus, principalmente de los muertos conocidos, con el fin principal de averiguar por medio de ellos cosas ocultas.

Iniciado a medidados del siglo xix por las hermanas Fox en los Estados Unidos de América, alcanzó rápidamente enorme difusión en todo el mundo. En 1900 había en los Estados Unidos unos 10.000 mediums, 350 oradores propagandistas y 82 templos (pues el espiritismo evolucionó en verdadera secta religiosa). Hoy en día está muy extendido, en particular por medio de la New Age. Hay varias prácticas que se relacionan directamente con el espíritismo y la mediumnidad; por ejemplo, lo que llaman 'Channeling' y que no es otra cosa que espíritismo simple y corriente; tambien el llamado 'Tablero Ouija' o 'Juego de la copa', muy peligroso espiritual y psicológicamente.

He aquí el juicio moral que debe merecernos el espiritismo, según el P. Antonio Royo Marín:

1.° Algunos fenómenos sorprendentes producidos en las sesiones espiritistas podrían explicarse por causas puramente naturales.

. La inmensa mayoría de ellos se deben al fraude más burdo y a la más indigna superchería, como se ha comprobado millares de veces y han confesado multitud de mediums, tales como una de las mismas hermanas Fox, Slade, Coock, Rothe, Palladino, Home, Guzik, etc., etc.

3.° Algunos fenómenos, muy pocos, si fueran ciertos, habría que atribuirlos a intervención expresa del demonio (por ejemplo, el conocimiento de cosas que trascienden las fuerzas humanas, aprender instantáneamente una lengua desconocida, etc.), ya que de ningún modo pueden atribuirse a Dios o a los ángeles, puesto que no pueden prestar su colaboración a las sesiones espiritistas, expresamente prohibidas por la Iglesia.

4.° La asistencia activa o pasiva a las sesiones espiritistas está gravemente prohibida por la Iglesia. El Santo Oficio, con fecha 24 de abril de 1917, contestó negativamente en todas sus partes a la siguiente pregunta: 'Si es lícito por el que llaman medium, o sin el medium, empleado o no el hipnotismo, asistir a cualesquiera conversaciones o manifestaciones espiritistas, siquiera a las que presentan apariencia de honestidad o de piedad, ora interrogando a las almas o espíritus, ora oyendo sus respuestas, ora sólo mirando, aun con protesta tácita o expresa de no querer tener parte alguna con los espíritus malignos' (D 2182). Se comprende que sea así por la cooperación material a una cosa de suyo ilícita, por el escándalo de los demás y por los graves peligros para la propia fe y costumbres que presentan esas sesiones.

El R. P. Carlos María de Heredia, S. I., ha puesto de manifiesto el carácter fraudulento del espiritismo en su interesante y sugestivo libro Los fraudes espiritistas y los fenómenos metapsíquicos (Buenos Aires 1946).

Añadamos que, según reconocidos exorcistas, como el P. Gabriel Amorth, exorcista de la diócesis de Roma, el espiritismo y el juego con las cosas ocultas, es una de las principales causas de posesión diabólica o de otros influjos demoníacos.

Cuando muere una persona, ¿hay que rezar el rosario nueve días y ponerle un vaso con agua?

Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, IVE
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.angeldeluz.mforos.com

Pregunta:

Me dirigo a Usted con todo respeto y confiianza, tengo una inquietud o duda y me gustaria me pudiera ayudar a aclararla. Cuando fallece una persona, ¿cuál es el motivo o por qué se le debe de rezar del novenario del rosario? Y además, mientras se reza éste novenario ¿cuál es el significado de ponerle una vela o veladora encendida durante todos estos nueve días y también un vaso con agua?

Respuesta:

El rezo del Rosario es una oración muy eficaz, y recomendada por la Iglesia (por ejemplo, puede leer la Carta Apostólica del Siervo de Dios Juan Pablo II, 'Rosarium Virginis Mariae'), y como tal, es una gran ayuda a las almas que están en el Purgatorio. El Papa Benedicto XVI, en la reciente Carta Encíclica 'Spe Salvi', recuerda la doctrina sobre por qué debemos ofrecer sufragios por los difuntos:

'Sobre este punto hay que mencionar aún un aspecto, porque es importante para la praxis de la esperanza cristiana. El judaísmo antiguo piensa también que se puede ayudar a los difuntos en su condición intermedia por medio de la oración (cf. por ejemplo 2 Mc 12,38-45: siglo I a. C.). La respectiva praxis ha sido adoptada por los cristianos con mucha naturalidad y es común tanto en la Iglesia oriental como en la occidental. El Oriente no conoce un sufrimiento purificador y expiatorio de las almas en el « más allá », pero conoce ciertamente diversos grados de bienaventuranza, como también de padecimiento en la condición intermedia. Sin embargo, se puede dar a las almas de los difuntos « consuelo y alivio » por medio de la Eucaristía, la oración y la limosna. Que el amor pueda llegar hasta el más allá, que sea posible un recíproco dar y recibir, en el que estamos unidos unos con otros con vínculos de afecto más allá del confín de la muerte, ha sido una convicción fundamental del cristianismo de todos los siglos y sigue siendo también hoy una experiencia consoladora. ¿Quién no siente la necesidad de hacer llegar a los propios seres queridos que ya se fueron un signo de bondad, de gratitud o también de petición de perdón? Ahora nos podríamos hacer una pregunta más: si el « purgatorio » es simplemente el ser purificado mediante el fuego en el encuentro con el Señor, Juez y Salvador, ¿cómo puede intervenir una tercera persona, por más que sea cercana a la otra? Cuando planteamos una cuestión similar, deberíamos darnos cuenta que ningún ser humano es una mónada cerrada en sí misma. Nuestras existencias están en profunda comunión entre sí, entrelazadas unas con otras a través de múltiples interacciones. Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa, mi vida entra en la vida de los demás, tanto en el bien como en el mal. Así, mi intercesión en modo alguno es algo ajeno para el otro, algo externo, ni siquiera después de la muerte. En el entramado del ser, mi gratitud para con él, mi oración por él, puede significar una pequeña etapa de su purificación. Y con esto no es necesario convertir el tiempo terrenal en el tiempo de Dios: en la comunión de las almas queda superado el simple tiempo terrenal. Nunca es demasiado tarde para tocar el corazón del otro y nunca es inútil. Así se aclara aún más un elemento importante del concepto cristiano de esperanza. Nuestra esperanza es siempre y esencialmente también esperanza para los otros; sólo así es realmente esperanza también para mí.40 Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal.' (Benedicto XVI, Enc. Spe salvi, n. 48)

El uso de velas en la liturgia y las devociones privadas es muy antiguo y tiene muchas aplicaciones; puede representar nuestras oraciones, nuestra devoción, nuestra intención de 'velar' es decir, de mantenernos despiertos y atentos en la oración para alcanzar lo que pedimos a Dios. Pero también pueden ser utilizadas con sentido supersticioso, como si se creyese que las velas, o un número determinado de velas, o alguna práctica por el estilo, pueden alcanzar, por sí mismas, de modo 'mágico', lo que pretendemos. Lo mismo se diga de esa práctica a la que usted alude, de poner un vaso de agua. Desconozco su origen y el sentido que le dan quienes así obran. Puede ser algo análogo a lasantiguas prácticas paganas, usadas más tarde por algunos cristianos, por las que se dejaba a los difuntos comida y bebida, como un modo de estar unidos a ellos en un mismo banquete. Si se piensa que el difunto necesita ese agua, sería un pensamiento supersticioso. Tal vez la práctica venga del uso del agua bendita, usada como un sacramental; en tal sentido estaría bien, mientras se entienda cuál es el sentido.

EVITAR LA INFIDELIDAD MATRIMONIAL

Autor: P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Web: www.teologoresponde.com.ar
Foto: www.juventudrebelde.cu

Pregunta:

La consulta ha llegado desde México: Estimado Padre... el motivo que me lleva a escribirle es el deseo de recibir alguna información de su parte en relación al trabajo que estoy desarrollando. Concretamente estoy acompañando pastoralmente algunas parejas y estas presentan algo en común: la infidelidad matrimonial, más por parte del hombre... Quisiera sugerirle que dentro del cuadro 'el teólogo responde', presentara alguna reflexión sobre la 'infidelidad'.

Respuesta:

Hay que reconocer la infidelidad matrimonial es uno de los dramas conyugales más graves (aunque no el único) que afectan, en nuestro tiempo, a la institución matrimonial. La infidelidad dentro del marco del matrimonio se denomina 'adulterio', como enseña en Catecismo de la Iglesia Católica: 'El adulterio. Esta palabra designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una mujer, de los cuales al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque ocasional, cometen un adulterio. Cristo condena incluso el deseo del adulterio'[1].

El adulterio es un pecado grave que transgrede la ley natural y la ley divina: 'El sexto mandamiento y el Nuevo Testamento prohíben absolutamente el adulterio. Los profetas denuncian su gravedad; ven en el adulterio la imagen del pecado de idolatría. El adulterio es una injusticia. El que lo comete falta a sus compromisos. Lesiona el signo de la Alianza que es el vínculo matrimonial. Quebranta el derecho del otro cónyuge y atenta contra la institución del matrimonio, violando el contrato que le da origen. Compromete el bien de la generación humana y de los hijos, que necesitan la unión estable de los padres'[2].

A pesar de ello se está constituyendo en una de las muchas plagas que azotan la desasosegada nuestra cultura. Algunos datos estadísticos, que hay que tomar con pinzas, arrojan cifras estremecedoras: el diario La Nación, en su edición del 19 de marzo de 1997, bajo el título 'Adulterio: nuevo furor sobre un viejo pecado', cita el estudio realizado por Shere Hite utilizando un cuestionario impreso en 'Penthouse y otras revistas para adultos' (es decir, una encuesta realizada entre un público libertino); en este estudio el 66% de los hombres y el 54% de las mujeres de Estados Unidos consultadas afirmaban haber tenido al menos una aventura adulterina. Se cita también el sondeo -hecho con técnicas de muestreo más confiables- de NORC (año 1994, también en Estados Unidos); éste señalaba una praxis del adulterio en el 21,2% de los hombres y en el 11% de las mujeres[3].

Sean cuales sean los datos reales, la situación es una lógica consecuencia del brete cultural en que nos encontramos metidos. Entre muchas causas quiero destacar dos.

La primera es la mentalidad divorcista que ha sumergido la institución matrimonial en una crisis agudísima que amenaza con sofocarlo. La experiencia de 12 años de divorcio en Argentina es elocuente: el divorcio ha engendrado más divorcios y separaciones, menos matrimonios, más concubinatos, menos hijos por matrimonio, más hijos fuera del matrimonio (un estudio del INDEC establecía que en 1995 el 45% de los argentinos nacieron fuera del matrimonio) y envejecimiento poblacional[4]. La situación de los divorciados vueltos a casar, aunque sea dolorosa y pastoralmente merezcan un cuidado singular por parte de la Iglesia[5], es, sin embargo, una situación de adulterio; el hecho de que el fenómeno se extienda cada vez más debe preocuparnos seriamente.

La segunda causa debemos buscarla en la incomprensión -por parte de muchos católicos incluso teólogos y pastores- de la enseñanza de la Humanae vitae sobre el acto conyugal. Muy sabio fue Pablo VI al defender la indisolubilidad de los dos significados o dimensiones del acto conyugal[6]. Éste, por su íntima naturaleza, es al mismo tiempo unitivo y procreador. Mantener la unidad de ambos aspectos es condición esencial para respetar la 'totalidad' de la entrega matrimonial. El matrimonio es 'uno con una para siempre', para 'darse totalmente cada vez que se entregan en su relación conyugal'. El no comprender este segundo elemento puede conducir a la postre a no entender el sentido del primero. El robarle un significado al acto conyugal, como ocurre en el fenómeno de la anticoncepción (en la que se le despoja voluntariamente del valor procreador), implica una donación mezquina, un amor a medias, un regalo truncado. Quien se acostumbra a este modo (parcial) de darse, puede terminar por preguntarse qué mal hay en reservarse parte de sus sentimientos para compartir con alguien distinto de su cónyuge legítimo. Esto no es una cosa nueva. El mismo Pablo VI advirtió en la Humanae vitae que el uso generalizado de anticonceptivos conduciría a 'la infidelidad conyugal y a la generalizada degradación de la moralidad', y asimismo que el hombre perdería el respeto hacia la mujer y 'ya no le importaría su equilibrio físico y psicológico', hasta el punto en que él la consideraría 'como un mero instrumento de disfrute egoísta, y ya no como su respetada y amada compañera'[7]; lo único que cabe agregar es que el mismo fenómeno se da hoy en muchas mujeres respecto de sus esposos. La mentalidad hedonista, con su conceptos tergiversados del sexo seguro, de las relaciones prematrimoniales, de los matrimonios a prueba, con su desprecio de la virginidad, etc., propagados con la complicidad de los medios masivos de información y de auténticas 'multinacionales' del sexo, han extendido inquietantemente este modo ponderar el amor y la sexualidad.

¿Qué hacer para remontar este clima de infidelidad? En general, lo que está a nuestro alcance, es el preparar a los futuros esposos para vivir la fidelidad en todas sus dimensiones, y predicar eso mismo a los hombres y mujeres en general, especialmente a los ya casados[8].

El verdadero amor exige espontáneamente la exclusividad. El universo del amor tiene dos polos; el amor verdadero tiene como característica la 'suficiencia intrínseca', es decir, que los que se aman no necesiten de nadie más. Si necesitan de 'alguien' de afuera para dar plenitud a su corazón, lo que está fallando es el amor.

Pero no solamente el amor exige la fidelidad, sino que la fidelidad 'protege' al amor. Todo esfuerzo por ser fiel, especialmente en los momentos de tentación fuerte, repercuten aumentando, purificando y transformando el amor de los esposos.

Normalmente a la infidelidad -en el sentido de 'engaño' del cónyuge con otro amante- es algo que sucede porque se entiende la fidelidad conyugal en un sentido restrictivo. La verdadera fidelidad implica tres dimensiones: es la fidelidad cordial, mental y carnal. Lamentablemente, muchos la identifican exclusivamente con esta última; y esta última, sola -sin las otras- no puede mantenerse en pie.

1) Fidelidad cordial, del corazón, quiere decir reservar el corazón para el cónyuge, y renovar constantemente la entrega que se le ha hecho la vez primera en que se declaró su amor. Dice Gustave Thibon: 'La verdadera fidelidad consiste en hacer renacer a cada instante lo que nació una vez: estas pobres semillas de eternidad depositadas por Dios en el tiempo, que la infidelidad rechaza y la falsa fidelidad momifica'. Charbonneau añade: 'el marido que deja dormir su corazón ya es infiel'. Fidelidad implica, por tanto:

-como dimensión positiva: reiterar la entrega del corazón; los esposos están obligados, en virtud de amor, a ser afectivos entre sí; demostrarse el cariño. Flor que no se riega se marchita; corazón que no ese alimentado, busca comida en otros platos.

-como dimensión negativa: evitar todo trato imprudente con personas de otro sexo. Entiendo por trato imprudente aquellas manifestaciones de afecto (a veces puramente a nivel de amistad) que pueden empezar a ablandar el corazón. La persona con quien no se convive, la que es tratada sólo esporádicamente, siempre revela menos defectos que aquella que comparte el propio hogar... Y... el prado del vecino siempre parece más verde... por el solo hecho de mirarlo de lejos. Así, de los tratos reblandecidos (lo que no quiere decir que todos debemos ser corteses y cordiales con el prójimo) pueden ser inicio de enamoramientos.

2) Fidelidad mental: no sólo es adulterio e infidelidad el contacto carnal con la persona ajena al matrimonio, sino también el pensar en ella y desearla. La fidelidad exige castidad de pensamientos, memoria y deseos. El que maquina, imagina, sueña despierto, 'aventuras', aunque no tenga intención de vivirlas en la realidad, ya es infiel, y esto prepara el terreno para la infidelidad en los hechos. En este sentido, difícilmente guardará la fidelidad conyugal quien mira o lee revistas o películas pornográficas, o con algún contenido pornográfico; quien no cuida la vista ante otras mujeres u hombres; quien asiste o frecuenta ambientes donde no se tiene el mínimo pudor en el vestir o en el hablar. La castidad exige, para poder ser vivida, un 'ambiente casto'. Esto no es puritanismo; esto es simplemente lo 'normal', lo adecuado a la norma. Considero que la falta de seriedad en esta dimensión es causa principal de las infidelidades matrimoniales, y no se puede poner remedio a este problema si no se empieza por cortar con el caldo de cultivo de toda infidelidad que es la falta de castidad en las miradas, en el pensamiento y en el deseo.

3) Fidelidad carnal: es bastante claro y evidente por sí. La infidelidad carnal es siempre una profanación del cónyuge inocente, porque el matrimonio ha hecho de ellos una sola carne (Mt 19,5); al entregarse uno de ellos a una persona ajena al matrimonio, ensucia y rebaja la persona el cónyuge.

Finalmente, hay que tener siempre en cuenta que la fidelidad es una gracia; como tal, los esposos deben pedirla, es decir, rezar pidiendo a Dios no faltar nunca a la palabra dada en el matrimonio. Especialmente quienes se encuentran en situaciones más difíciles, ya sea por el ambiente en que viven o por hábitos desordenados largo tiempo consentido, deben recordar que la Iglesia nos enseña a orar con San Agustín: Da quod iubes et iube quod vis (da lo que mandas y manda lo que quieras)[9]. El Concilio de Trento completó esta afirmación con una expresión magnífica: 'Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y a pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas'[10].


[1] Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2380.
[2] Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2380-2381.
[3] Cf. La Nación, 19/03/1997; p. 17.
[4] Véase el estudio de Jorge Scala, Sociología de diez años de divorcio en Argentina, en: Jorge Scala y otros, Doce años de divorcio en Argentina, EDUCA, Bs. As. 1999; esp. pp. 119ss..
[5] Cf. Juan Pablo II, Familiaris consortio, n. 84.
[6] Cf. Humanae vitae, 12.
[7] Cf. Humanae vitae, 17.
[8] Tomo, con libertad, algunas ideas del libro de Paul-Eugène Charbonnaeu, Curso de preparación para el matrimonio, Herder, Barcelona 1984, pp. 188-197.
[9] San Agustín, Confesiones, X, 29, 40.
[10] Concilio de Trento, Decreto sobre la justificación, c. 11; DS 1536.